¿Le ponemos mayúsculas? El Mar, pues.
Paisaje inspirador, mar de desolación, mar de desastre, mar de lágrimas pero mar de vida. El Mar inspira. ¿Quién sabe por qué?
Para mí, sentarme parada y sentirlo es libertad. Su inmensidad me posee durante un rato, y la brisa me invita a quedarme. El Mar siempre es alguien diferente. Te darás la vuelta y ya no será el mismo. A veces se lo come el Sol, dicen que por las noches la Luna se posa a vibrar sobre él y que los barcos danzan a su ritmo.
Personalmente, me siento libre al perderme en su gradiente de colores. Nunca nadie podrá crear suficientes tonos de azul como los que consigue el mar.
Hay un espectáculo más grande que el del mar, y es el del cielo; hay un espectáculo más grande que el del cielo, y es lo interior del alma”. Victor Hugo.
Si, tengo que reconocer que a mi también me inspira mucho, quizá más el sonido de las olas... No sé, será que hemos nacido cerca de él y vivimos un tanto ligadas al Mar.
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