No cumplí mi idea de
escribiros con mucha frecuencia. Echémosle la culpa a esa excusa de “es que no
he tenido tiempo”. Esta suele ser en la mayoría de ocasiones una tapa sobre la
verdad verdadera. Siempre podemos sacar un momentín, pero es que nos cuesta.
Nos pedirán tiempo para ayudar como voluntarios, lo necesitaremos para ordenar
el trastero o para quedar con aquel viejo amigo. Aunque quizá dispongamos de
muchos momentos aprovechables, acabaremos cediéndoselo a la banalidad de las
cosas.
Creo que no debería
siquiera ser necesario recurrir a dicha frase, y si fuéramos bastante asertivos
daríamos buenas razones por no haber hecho esto o lo otro. Todo está en nuestro
criterio para priorizar entre las cosas.