viernes, 11 de julio de 2014

Entre mundos, baila

Siento la tardanza.
Sigo con los famosos  "no he tenido tiempo" y creo que ello dibuja la realidad más real, porque el mundo parece no ser mundo si no hay mucho que vivir en él
Me paso para comentaros que terminé el libro que tenía entre manos "Baila, baila, baila", cómo no, de Murakami. Sé que es diferente, extraño y que peca de tener demasiado sello personal en sus  personajes; pero me encanta. Ya conozco cada cliché de este escritor en sus libros y cada paisaje o afición habitual en sus obras. Sin embargo, como suele ocurrirme, ando analizando unos días el trasfondo de su historia.
Cada lector resaltaría palabras diferentes, cada persona hace una lectura personal. En mi caso me quedaría con la idea de los portales a otros mundos.
Parece descabellado, lo sé. Nadie, o casi nadie, creería que pudiéramos atravesar una pared o viajar en el tiempo. Sin embargo, creo que sí que existen personas que al entrar en contacto con ellas nos llevan a otro mundo. A vivir distinto, a sentirnos otro. No es absolutamente necesario el amor, sólo el destino. 
¿No es eso viajar entre mundos?